No hay materia mƔs
exacta que las matemƔticas, pero tampoco una mƔs odiada. Y eso tiene
consecuencias. SegĆŗn un estudio de la Universidad Nacional (Palmira), ocho de
cada 10 ‘primĆparos’ llegan a la educaciĆ³n superior con pĆ©simos conocimientos
matemƔticos.
“De una poblaciĆ³n
de 428 estudiantes, solamente el 11,4 por ciento aprobĆ³ la evaluaciĆ³n de
matemƔtica bƔsica. El 45,1 por ciento obtuvo calificaciones entre 0 y 1, o sea
que estĆ” en un nivel crĆtico. Es sumamente preocupante que la mayorĆa ni
siquiera sobrepase la calificaciĆ³n baja de 2,5. Que desde el colegio vengan con
un nivel tan bajo de aprendizaje no solo es un inconveniente para el
estudiante, sino para la universidad, que afronta grandes retos para solucionar
el problema”, afirma Martha Cecilia TutalchĆ”, vocera de ese centro de estudios.
Estos datos, a los que se suma una serie de estadĆsticas recogidas desde el
2007, reafirman una triste conclusiĆ³n del Programa de EvaluaciĆ³n Internacional
de Estudiantes (Pisa): en habilidades matemĆ”ticas, los jĆ³venes colombianos
tienen un rezago de mƔs de dos aƱos de escolaridad frente a estudiantes de
otros paĆses.
Esto es
particularmente grave si se tiene en cuenta que buena parte de las situaciones
de la vida diaria requieren un pensamiento aritmƩtico (medir, repartir,
calcular, contar, etc.). AdemƔs, las matemƔticas ayudan a formar ciudadanos
crĆticos y aumentan la capacidad para reflexionar, resolver problemas y
argumentar.
La propia ministra
de EducaciĆ³n, MarĆa Fernanda Campo, ha reconocido que el mayor porcentaje de
deserciĆ³n universitaria se presenta en carreras como ingenierĆa, arquitectura,
matemĆ”ticas y ciencias naturales, donde los nĆŗmeros son determinantes.
SegĆŗn algunos
expertos de primer estas podrĆan ser las razones del bajo desempeƱo en
matemƔticas de los estudiantes colombianos y las mejores estrategias para
entenderlas y, sobre todo, aplicarlas en situaciones reales.
1. La formaciĆ³n y la actitud de los maestros
Hacen falta
educadores bien preparados en esta rama (muchos la enseƱan sin conocer
profundamente la materia) y con vocaciĆ³n de maestros. Esto hace que la
enseƱanza no tenga la calidad ni el atractivo suficientes. Si una persona no
siente amor por lo que enseƱa y no la cautiva el tema, no puede generar interƩs
en sus alumnos.
2. Se utilizan mĆ©todos pedagĆ³gicos inapropiados
Sigue predominando
la memorizaciĆ³n de fĆ³rmulas y se ignora el poder conceptual de las matemĆ”ticas:
entender la idea detrĆ”s de la suma, la divisiĆ³n, la multiplicaciĆ³n… Todo
ejercicio tiene una razĆ³n de ser, pero esto no se enseƱa. Las matemĆ”ticas son
un lenguaje, como el inglĆ©s, que se aprende poco a poco. Al principio sĆ se
repite lo que dice el profesor, pero luego hay que dejar que el estudiante
utilice lo aprendido en la vida real.
3. La dictan como un Ɣrea independiente
En muchos colegios,
las matemĆ”ticas se enseƱan como una ciencia sin relaciĆ³n alguna con la vida
diaria ni con otras Ć”reas. Se hace ver como un cuerpo rĆgido de verdades
absolutas, que no da espacio a la imaginaciĆ³n ni a nuevas propuestas. Una
herramienta poderosa es fomentar las aplicaciones atractivas de esta materia,
como la electrĆ³nica, la exploraciĆ³n espacial y la creaciĆ³n de robots.
4. Poca comprensiĆ³n de lectura
Las pruebas han
demostrado que los estudiantes no entienden el problema que leen. Si no logran
comprender un enunciado, no podrĆ”n nunca pasar la informaciĆ³n a un lenguaje
matemƔtico.
5. La cultura del atajo
Predominan el
inmediatismo y el facilismo. A los estudiantes no se les enseƱa a ser
constantes, dedicados, pacientes, crĆticos, analĆticos y reflexivos, cualidades
bƔsicas para entender y aplicar las matemƔticas en forma adecuada.
6. La promociĆ³n automĆ”tica
Limitar al 5 por
ciento la cantidad de alumnos que debĆan repetir un curso, medida que estuvo
vigente entre el 2003 y el 2009 y conocida como promociĆ³n automĆ”tica, generĆ³
mediocridad y desinterƩs en el aprendizaje.
7. El mito de que son difĆciles
La creencia de que
las matemƔticas requieren un nivel intelectual superior hace que los niƱos y
jĆ³venes las enfrenten con actitud de derrota. La sociedad no les hace entender
su importancia. Faltan estrategias para hacerlas atractivas. Las personas no
las disfrutan, ni enseƱƔndolas ni aprendiƩndolas.
8. Carencia de hƔbitos de estudio
Las matemƔticas
requieren un entrenamiento diario. La falta de rutinas y los bajos niveles de
concentraciĆ³n impiden la debida apropiaciĆ³n de los conocimientos. Un objetivo
del maestro debe ser lograr que, desde una edad temprana, el alumno vea las
matemƔticas como una necesidad.
9. Influencia familiar
Frases como “yo
tambiĆ©n era malo en matemĆ”ticas” refuerzan su supuesta dificultad y generan
prevenciĆ³n. A esto se suma la actitud negativa hacia los buenos estudiantes de
matemƔticas, a quienes se los califica de nerds y son blanco de matoneo.
10. Los absurdos del sistema educativo
Muchos estudiantes
de colegios pĆŗblicos afirman que durante varios aƱos de su educaciĆ³n media no
tuvieron profesor de matemĆ”ticas. Esta situaciĆ³n es prĆ”cticamente irreparable.
1 Comentarios
La actitud de los profesores de Matematica es terribleeeeeee, como saben que es el cuco se aprovechan de esto. Todos los profesores que tuve en bachillerato fueron unos ogrosssss que despues que me gustara tanto las matematicas estos "profesores" hicieron que la odiara. Como me hubiese gustado tener un profesor como Jose Luis Romero Parra, este profesor es un excelente maestro, y una excelente persona.
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